1: El prodigio de dos sillas, mejor: del espacio entre dos sillas. Mirar el mundo desde otro lugar. 2 y 3: Los encuentros inesperados (los otros son citas) en un puente hoy lleno de candados que pretenden representar al amor como si el amor fuera una celda. 4: Un paraguas abandonado, huérfano como sólo lo son los objetos que el hombre construye. 5 y 6: Las conversaciones de los amigos, como moscas que trazan en la habitación dibujos invisibles. 7: Palabras vertidas en un texto como fluido del cuerpo, con un lenguaje que parece el de todos y no lo es porque, si lo fuera, ¿dónde estaría el milagro? 8: Las solitarias horas de escritura, siendo uno (tal vez Cortázar) y todos los otros. 9: Lo más extraño, llegar a otras manos, la caricia de los ojos.
Cielo: Y que pasen 50 años y ser sólo sombra y aun así estar presente. Haber vivido el momento justo. Si ayer fuera hoy, la rayuela sólo sería un juego de niños. Y su autor, otro autor frustrado.
*Link al especial del diario El País dedicado a los 50 años de la publicación de “Rayuela”, de Julio Cortázar: http://elpais.com/tag/c/4cb7d67ebdb2cb7fe7be32588baf42f2