Ante el batacazo anunciado del PP, de cuya salida del gobierno de España en las próximas elecciones casi nadie duda, los defensores del establishment han montado a toda prisa la operación Ciudadanos tras el fiasco UPyD, al modo como se montó el partido To Potamí (El Río) en Grecia: un partido centrista que oscile a derecha o a pseudoizquierda según convenga y cuyo objetivo obvio sea tratar de ser la bisagra que condicione las políticas de la izquierda alternativa en auge.
La bicefalia del régimen neoliberal (PP-PSOE) está en crisis y el riesgo de que la izquierda (Podemos, IU, etc…) logre presentar candidaturas unitarias que la conviertan en primera fuerza electoral lleva a apostar por un partido multiuso que se vuelva indispensable, no vaya a ser que el batacazo del PSOE (que promete ser aún mayor que el del PP) empuje a los socialistas a concluir que deben de apoyar verdaderas políticas de izquierdas para sobrevivir.