Mientras Europa mostraba en las elecciones su descontento ante las políticas de austeridad, EE.UU. y la UE han seguido negociando un tratado comercial (TTIP) que, de aprobarse, puede suponer la destrucción de la ya frágil democracia europea. Las negociaciones se desarrollan en un secreto que resulta revelador, a la vista de lo poco que se sabe: que se pretende degradar las normas sociales, laborales y ambientales.
En un paso más en la deriva hacia una dictadura económica, son los propios Mercados, causantes de la crisis, los que están interviniendo a través de sus lobbys en el diseño de una supra legislación comercial que quiere sustituir la voluntad de los ciudadanos por la sumisión de los consumidores. Es urgente forzar a los gobiernos a dar información completa sobre las negociaciones y exigir que sean los ciudadanos quienes aprueben o rechacen el acuerdo en referéndum. Nos jugamos el futuro. Es hora de hablar.
*Link a la información sobre las negociaciones del TTIP: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-05-23/el-acuerdo-secreto-que-se-negocia-en-washington-y-que-hara-inutil-tu-voto_134908/
Con Podemos, gran parte del activismo que se movilizó el 15-M ha entrado activamente en política y esa es una buena noticia. Izquierda Unida por sí sola difícilmente pasará del 12% de votos, pero en alianza con Podemos podría constituir una alternativa de izquierda transformadora que pasara del 20% y obligara al PSOE a virar de verdad a la izquierda o a optar por una alianza con el PP, que sería su suicidio político.
Podemos tiene la fuerza de los nuevos movimientos de masas y un sentido de la política más abierto, pero le faltan experiencia y trayectoria. IU representa la lucha histórica de la izquierda, la experiencia parlamentaria y de gestión de poder en ayuntamientos y comunidades, pero arrastra el lastre de los errores del pasado. Ambos se necesitan y este resultado electoral, si los personalismos e intereses de burocracias de partido no median (o, al menos, median poco), puede ayudar a esa necesaria confluencia.
Era inevitable que en plena crisis las elecciones europeas dejaran de ser un trámite burocrático para convertirse en termómetro de la realidad política y social: por si los Señores de los Mercados todavía no se habían enterado, la austeridad (recortes) impuesta ha hecho estallar el equilibrio de fuerzas en el continente.
Sus partidarios han tenido un espectacular retroceso, salvo en el feudo de los beneficiarios de la crisis: Alemania. Tras el descalabro de los partidos socialistas, supeditados a la lógica de los mercados, una nueva izquierda democrática, que el discurso oficial tacha propagandísticamente de radical, emerge en Grecia, Portugal y España, donde la irrupción de Podemos es también un aviso a Izquierda Unida sobre la necesidad de refundar la izquierda. La mala (muy mala) noticia es el rebrote general del fascismo, con un preocupante triunfo del FN en Francia. Y es que algo huele a podrido en Europa.
Hay carreras hacia la abyección tan predecibles que no deparan ninguna sorpresa cuando fatalmente se cumplen. Es el caso de la trayectoria de Robert Menard, fundador de Reporteros sin Fronteras (RSF), que ha logrado el triste honor de convertirse en alcalde de la ciudad francesa de Béziers con el apoyo del Front National, fuerza más votada allí en la últimas elecciones.
Su gestión en RSF fue tan sectaria y personalista que, pese a su retórica defensa de la libertad de expresión, en realidad sirvió para poner más a sus colegas directamente en el punto de mira de la represión al usarlos como parte en los conflictos (con iniciativas políticas que negaban la imprescindible neutralidad periodística), en vez de centrarse en la defensa de los perseguidos. Su uso de la ONG como si fuera un partido no sólo dañó la imagen de RSF sino que anunciaba una desmedida ambición política. Esta vergonzosa alcaldía ha venido a confirmarlo.
*Link a la noticia sobre la alianza de Menard con la extrema derecha: http://www.leparisien.fr/politique/beziers-robert-menard-s-entoure-de-personnalites-d-extreme-droite-19-04-2014-3780629.php
Con el hallazgo de los restos de tres mujeres embarazadas, asesinadas por los militares argentinos hace 36 años, son ya 113 las desapariciones resueltas por las Abuelas de la Plaza de Mayo. Una noticia que nos recuerda que el Régimen que cometió todas estas atrocidades no sólo nunca fue sometido a embargo por los EE.UU., sino que fue ayudado por estos para imponerse. Como sucedió con las dictaduras de Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay, Guatemala, Nicaragua, El Salvador o República Dominicana.
Con todas ellas mantuvo EE.UU. relaciones políticas, comerciales y militares. Sólo contra Cuba ha ejercido un castigo permanente desde su revolución. El problema de Cuba para EE.UU. nunca ha sido la falta de pluralismo, sino que no se plegara a sus intereses militares, políticos y comerciales. Es patético que quiera vender sus intereses más mezquinos como defensa de derechos humanos... y que haya corifeos que les secunden.
*Link a la noticia del hallazago de las desaparecidas argentinas: http://tiempo.infonews.com/2014/05/02/argentina-123601-el-equipo-de-antropologia-identifico--a-tres-embarazadas-desaparecidas.php
La Audiencia Nacional acaba de rechazar la extradición a Argentina del ex policía político franquista y conocido torturador Antonio González Pacheco, apodado en su día Billy el Niño. No niega sus torturas, pero las declara prescritas con el argumento de que no existió una persecución sistemática contra una parte de los españoles. Este acto de negacionismo histórico del carácter sistemático de la represión franquista convierte a la Justicia española en una vergüenza mundial.
Hace unos días, otro torturador, el ex guardia civil Muñecas, se veía amparado por esta justicia, que no es ciega a los intereses, como requiere su clásica imagen, sino que responde más bien a la fábula de los tres monos que no quieren ver, ni oír, ni dictar nada que tenga que ver con los crímenes franquistas. La única esperanza de reparación de las víctimas del franquismo pasa hoy por un juez argentino. A tal punto es anémica nuestra democracia.
*Link a la noticia: http://www.eldiario.es/politica/Audiencia-Nacional-Billy-Nino-Argentina_0_255124849.html
Hoy se cumplen 35 años del asesinato del cubano Carlos Muñiz Varela en la puertorriqueña ciudad de Guaynabo. Muñiz, que llegó a Puerto Rico con siete años de edad, intentó tender puentes entre los cubanos de dentro y los del exilio. Con ese fin creó en San Juan una agencia de viajes, para indignación del anticastrismo. El 28 de abril de 1979 unos sicarios le acribillaron a balazos. Tenía 25 años de edad y un hijo recién nacido que aún hoy lucha para que el crimen se esclarezca.
Los papeles desclasificados del FBI han demostrado que existían pistas sobre la identidad de los autores del asesinato, vinculados a la extrema derecha cubana, pero fueron ocultadas. La impunidad fue tal que un conocido extremista cubano exiliado en San Juan declaró en televisión su satisfacción por la “ejecución”. La familia Muñiz, con el apoyo del secretario de Justicia de Puerto Rico, ha pedido a Obama que intervenga. Ya es hora de que les escuche.
*Links a informaciones sobre el caso Muñiz Varela: https://www.facebook.com/pages/Justicia-para-Carlos-Mu%C3%B1iz-Varela/166742826847037 http://www.verdadyjusticia.net/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog&id=49&Itemid=165
Día de libros y de buenas palabras sobre los libros mientras la realidad cuenta otras historias: que se lee más pero casi todos lo mismo, que las librerías agonizan y los autores pierden lo poco que ganan, que los mercados también imponen su dictadura en la literatura… Por eso vale la pena recuperar un libro de otra época que le va como un guante a esta: “¿Acaso no matan a los caballos?”, del norteamericano Horace McCoy.
Muchos recordarán a Jane Fonda en su versión cinematográfica (“Danzad, danzad, malditos”, en España; “Baile de ilusiones”, en América Latina) durante la maratón de baile, en plena Gran Depresión, en que los concursantes se mueven al ritmo despiadado del capitalismo, arrastrándose desesperados hasta el agotamiento por un puñado de dólares para sobrevivir. Hoy, malditos de nuevo por el mismo sistema económico, en los libros podemos hallar todavía algo más que consuelo: la necesaria claridad de ideas.
El esperpento del juicio contra el juez Elpidio Silva es el nuevo episodio protagonizado por las altas instancias de la judicatura española, cuya especialidad parece no consistir tanto en perseguir a los corruptos, que han convertido a la sociedad española en un queso gruyere de agujeros negros financieros, como en juzgar a los jueces que se atreven a investigar de verdad la corrupción.
Primero fue el juez Garzón, cuyo juicio exprés por atreverse a hurgar en las corruptas arcas del PP se saldó con su expulsión de la carrera gracias a un tipo de delito personalizado (inventado para condenarlo a él). Ahora el juez Silva puede correr igual suerte por atreverse a investigar los turbios manejos del banquero Blesa y del empresario Díaz Ferrán. Shakespeare, que supo describir la corrupción del poder, decía en Hamlet que algo olía a podrido en Dinamarca. En España, salvo honrosas excepciones, lo que ya apesta es la Justicia.
*Links a informaciones sobre el proceso al juez Silva:
http://politica.elpais.com/politica/2014/04/21/actualidad/1398065899_319936.html
http://www.eldiario.es/economia/Silva-sentarse-semana-banquillo-Blesa_0_251625021.html
Hay libros buenos, libros extraordinarios y libros que más que leerlos, te ocurren. Igual que a uno le ocurre el enamorarse por primera vez. “Cien años de soledad” es un libro que me ocurrió cuando aún no había cumplido los dieciocho. Y, como sé que les ha sucedido a muchos otros, me cambió la vida.
De los libros que te ocurren, uno sale distinto. No se vuelve a ser el mismo tras leer el desolador final de la estirpe de los Buendía. Tampoco la lengua española volvió a ser la misma tras aquella prosa deslumbrante. Mi visión de la literatura se ensanchó por tierras de ficción cuya existencia ni siquiera intuía. Leer se volvió definitivamente, para mí como para tantos otros, más que un placer un pacto de vida, un arma secreta con que enfrentar el mundo. Aquella lectura me ha acompañado siempre. Y hoy que ha muerto su autor, a los 87 años, hay que decir que la suya no ha sido una vida de soledad, sino un maravilloso viaje de complicidades.